Es curioso que cuando nos encontramos en alguno de los mercados para comprar comida o cualquier otro lugar donde queramos comprar, es muy diferente el precio que ofrecen a los blancos que a los negros. Lógicamente a los blancos les suelen cobrar un precio mucho más alto que a una persona negra que compre lo mismo en el mismo día y el mismo mercado de Camerún, algo que se podría llamar en cierto modo racismo, aunque seguramente sería llamado de esta manera si fuese el blanco la persona que cobrara más caro a un negro que compra en el mercado.

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Estas afirmaciones deben mantenerse, independientemente del color de la persona que pone el precio, porque está en su derecho de poner el precio que quiera, al igual que la persona de comprar o no esos productos. En Camerún se suele ser racista en este sentido, en el de querer vender a los blancos, tanto turistas como a residentes, todo a un precio más elevado, algo que se puede entender como racismo o simplemente intentar ganar más dinero con la persona que supuestamente lo tiene, que son los blancos.

Es un tema peligroso, pero es una realidad de hoy en día y que se da con mucha frecuencia en Camerún, en los mercados. Es por ello que las personas blancas evitan hacer la compra ellos mismos y siempre se la encargan a personas negras, para intentar que no les cobre un precio desproporcionado, salvo que conozcas al vendedor y entonces te cobre un precio igual al de otras personas. Es una situación con la que debemos estar atentos en Camerún y en cualquier otra parte del mundo.

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