Si un árbol cae en el bosque, y nadie está alrededor, ¿es realmente un ruido? Tal vez. Si usted está caminando a través de los densos bosques de antiguo crecimiento del suroeste de Camerún, y nadie está alrededor, ¿escucha algún ruido?, absolutamente.

Aquí, no hay debate filosófico. El sonido es penetrante y fuerte, como un interminable rollo de los truenos. Usted no puede dejar de destacar los sonidos primordiales, a raíz de los estrechos senderos al borde del bosque.


En un instante puede encontrarse en la cima de un empinado acantilado mirando hacia abajo en un gran abismo sin saber que has llegado al fin del camino.

Las majestuosas cascadas de caída libre de Memve’ele y su imponente masa de agua y espuma de unos 25 metros de altura, en las entrañas de la selva antes de los profundos cañones terminan en forma calmada su recorrido río abajo hacia el Océano Atlántico y el horizonte soleado.

Este es por lejos una de las joyas naturales de Camerún, pero aún en gran medida desconocido para el mundo exterior.