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La selva, la sabana y la estepa

Desde los confines de las fronteras sureste / suroeste y desde la costa atlántica hasta el interior del país, toda esta zona está cubierta por una espesa selva verdosa y atravesada por grandes ríos.

Los pueblos son caracterizados por una vida tradicional, a pesar de que son afectados por el éxodo rural a las grandes ciudades, Esta región es apta para las excursiones, el camping, la gira campestre y el ecoturismo.

A la inversa de la selva de la parte sur, el norte de Camerún presenta un paisaje de sabana. Esta comienza con las grandes praderas herbosas que se encuentran en las altiplanicies de la provincia de Adamaoua, que es una región con vocación pastoral, y se extienden hacia el norte, entre las ciudades de Maroua y Kousséri, sobre inmensas llanuras secas y estepas sembradas de gramíneas. 

La montaña

Una cadena  montañosa se extiende desde el Monte Camerún en la costa suroeste hasta los Montes Mandaras en la provincia del Extremo-Norte.

Volcano que sigue siendo activo, el Monte Camerún es atravesado por bellos ríos cortados por cascadas con aguas que rebotan. El relieve de esta región es caracterizado por montañas con cimas redondas en un clima templado.

En la parte norte del país, los Montes Mandaras y los paisajes lunares de los Montes Kapsikis, confieren  a la naturaleza una belleza excepcional. Un escritor francés, André GIDE, calificó estos paisajes como uno de los más bellos del mundo.

En esta región viven varias poblaciones animistas tales como los KOMA de los Montes Mandaras, quienes durante largos años vivieron sin la influencia del modernismo. Se trata de un pueblo de montañeses olvidados en el corazón del “África negra”. 

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